La tecnología limpia hace referencia a aquellas que en su transcurso no poseen o aminoran un impacto negativo continuo sobre el medio ambiente.
Es decir, si bien en el caso de una estación de placas solares no se produce contaminación en el medio ambiente desde el momento en el que se pone en funcionamiento, también es cierto que la instalación de estas en el espacio objetivo puede tener un impacto negativo.
Es decir, si bien en el caso de una estación de placas solares no se produce contaminación en el medio ambiente desde el momento en el que se pone en funcionamiento, también es cierto que la instalación de estas en el espacio objetivo puede tener un impacto negativo.
Este tipo de tecnologías favorecen la conservación del medio ambiente. Como hemos comentado anteriormente, aunque en ocasiones posean un impacto negativo inicial difícil de evitar, el hecho de que sean sostenibles en el tiempo sin apenas una afección negativa es lo que realmente las hace ‘limpias’.
Sin embargo, la principal razón de la existencia de las denominadas ‘tecnologías limpias’ no es otra sino revertir la situación de desequilibrio ambiental a nivel mundial que nos afecta a todos. Una de las ramas más destacadas de las tecnologías limpias son las energías limpias, las cuales tienen como meta sustituir el dañino modelo de energía a base de combustibles fósiles.
Tipos de tecnologías limpias
Dentro de la tecnología limpia existen ramas o categorías que tienen un objetivo común pero en distintos sectores estratégicos:
- Sector energético. El objetivo principal es poder mantener el modelo económico que tenemos sustituyendo energías que provienen de las plantas nucleares o los derivados del petróleo. Ejemplos son las energías que aprovechan fuentes neutras como el viento, el sol o la fuerza mareomotriz.
- Sector hidráulico. Trata mayormente de no desperdiciar el agua potable ni desechar directamente la que ha tenido un uso humano, llegando a reutilizarse.
- Sector logístico. Se dedican a optimizar y potenciar la eficiencia para en primera instancia realizar un menor gasto, y por ende, conseguir más beneficios. Ello trae un resultado secundario que se usa a menudo a modo de publicidad corporativa. Un ejemplo de empresa que utiliza la mejora de procesos de esta forma es IKEA, precisamente en la fase logística de transporte de sus mercancías.
- Sector de tratamiento y gestión de residuos. Este sector es más amplio que los ya mencionados, ya que engloba desde la propia actividad de reciclaje de residuos, a la reutilización de productos. Ejemplos de reutilización de productos pueden ser los envases de bebidas refrescantes que utilizan bares y restaurantes.
A nivel mundial, se espera que la generación de residuos crezca aproximadamente un 60% para 2050. Es por eso que el reconocimiento y la cooperación de todas las partes involucradas (política, investigación, proveedores de tecnología, operadores de plantas, formuladores de políticas y sociedad civil) es esencial para el bien común para el ambiente.
Gracias a las tecnologías avanzadas, la gestión de residuos se está convirtiendo en una lógica integrada de gestión de residuos y recursos, reduciendo así la explotación de materiales a través del reciclaje y transformando los residuos no reciclables en un recurso valioso para toda la sociedad. Para implementar este cambio, la eliminación gradual de los basureros contaminantes es el primer objetivo que se debe perseguir.
Nuestra visión demuestra cómo las tecnologías de conversión de residuos en energía producidas por proveedores europeos están profundamente comprometidas con la eficiencia de los recursos y la mitigación del cambio climático y están listas para contribuir a una mejor gestión de los residuos en la UE y a escala mundial. Muestra cómo, para 2050, las plantas de conversión de residuos en energía contribuirán a los sistemas de energía con bajas emisiones de carbono y a las sociedades circulares y los hitos políticos y reglamentarios necesarios para llegar allí.
Las tecnologías de conversión de residuos en energía tratan los residuos residuales: residuos que no son aptos para su reutilización o reciclaje y que de otro modo serían depositados en vertederos. Por ejemplo, biomasa contaminada como la madera tratada con conservantes de madera. Las plantas de conversión de residuos en energía transforman estos residuos en energía que se utiliza para la generación de electricidad, calefacción y refrigeración y para diversas aplicaciones industriales, entre otras para producir hidrógeno.
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Me parece muy interesante
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